El de los 43 ya es un movimiento contra nosotros: López Obrador


Foto: La Jornada En línea / CDMX


CDMX | 07 de Marzo 2024 | 20:16 hrs.

La Jornada En línea

El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que el de normalistas y padres de los 43 ya es un movimiento contra nosotros, llevan como una semana que fueron a Gobernación y rompieron vidrios, en la Lotería Nacional. Es un plan de provocación clarísimo y entonces nosotros no vamos a caer en ninguna provocación.

Cuando su conferencia se encaminaba a concluir, en el Salón Tesorería se comenzaron a escuchar ruidos que provenían del acceso al recinto de la calle de Moneda –ni su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, ni la ayudantía le notificaron de la irrupción– y el Presidente expresó que quisieran que nosotros respondiéramos de manera violenta; no lo vamos a hacer, nosotros no somos represores.

–Ya derribaron una puerta. Y sí hay una situación complicada aquí en la calle de Moneda.

–Sí, pero se va a arreglar la puerta, y no hay ningún problema. Pero lo que quieren es provocar –aseveró el mandatario.

Afuera, en una acción sorpresiva, decenas de normalistas usaron una camioneta oficial como ariete, reventaron la puerta de la entrada de Moneda e irrumpieron en el recinto en demanda de diálogo con el mandatario.

Una convocatoria de los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 para la entrega formal de un escrito reiterando su solicitud de audiencia con el mandatario derivó en una operación audaz para romper el frágil dispositivo de la policía capitalina, avanzar hacia el acceso lateral de Palacio Nacional y derribar el portón de madera.

Dentro del recinto, con la conferencia presidencial en desarrollo, se registró una acelerada movilización de la Policía Militar hacia el área en la que irrumpieron los jóvenes y, posteriormente, ingresaron los familiares de los normalistas desaparecidos. Con el uso de gases de extintor y el reforzamiento del resguardo militar pudieron contener la incursión e impidieron que llegaran al Salón Tesorería (a unos 50 metros de la entrada).

Confianza perdida

López Obrador manifestó: estamos dedicados y estamos avanzando mucho en la investigación, pero lo que sucede es que ellos están siendo manipulados por el grupo que encabeza (Emilio) Álvarez Icaza, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, grupos conservadores de derecha apoyados por gobiernos extranjeros, que lo que quieren es hacernos daño políticamente hablando.

Sostuvo que ha perdido la confianza en los asesores y abogados porque le han impedido el diálogo directo con los padres, por lo que los acusó de manipular la demanda de los familiares e impulsar acciones politiqueras en el contexto electoral. Con la influencia de los abogados se ha asumido una actitud de confrontación contra nuestro gobierno, de provocación y nosotros no queremos para nada la confrontación.

Aunque en principio dijo que no se reuniría con el movimiento, canalizandolos con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, más adelante apuntó que se entrevistará en 15 días con los padres porque quiere tener más pruebas, porque quiero hablar con ellos de cómo se manipuló la investigación para proteger a ciertas gentes, la responsabilidad que tienen abogados de ellos y los supuestos defensores de derechos humanos, los del Prodh y otras organizaciones.

En su consideración, son ellos los que no quieren que se llegue a conocer la verdad de los hechos.

–¿Decían (los padres) que lo que busca el gobierno era dividirlos...

–No, no, para nada, nosotros lo que queremos es conocer la verdad, y vamos a lograrlo, tengo confianza en eso. Y vamos a encontrar a los jóvenes, que es lo más importante. Pero ya esto ya es otra cosa; ya, claro, esto ya tiene otros propósitos.

Poco antes de abordar el tema y de la irrupción de los jóvenes a Palacio Nacional, López Obrador se refirió, a pregunta expresa, a su relación con el ex ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Arturo Zaldivar, con quien, dijo, tuvo una relación respetuosa y de colaboración, porque ni él ni yo somos súbditos ni vasallos.

Sólo fueron pocos casos donde pidió la colaboración de Zaldívar: me acuerdo de Ayotzinapa, ni siquiera le pedimos que interviniera ante el juez o la jueza, sino nada más me reuní con él y con el fiscal porque recibí un informe en donde se acusaba al ex procurador y a militares, y había que tomar una decisión. Les mostré el informe y les pedí que se actuara, que eso era lo que yo consideraba más adecuado. Tan fue importante esa reunión, que a partir de ahí se produjo una rebelión en la fiscalía.

Sorpresiva movilización

La protesta comenzó alrededor de las 8:30 de la mañana. Los familiares, acompañados por normalistas, avanzaron pacíficamente desde su plantón –instalado desde hace 10 días frente a la puerta Mariana– hacia Moneda. Pero los ánimos se enardecieron luego de que policías de la Ciudad de México les impidieron avanzar por esa calle, por lo que se dio un primer enfrentamiento.

Entre empujones, forcejeos y algunos golpes, normalistas y padres de los estudiantes se abrieron paso. Superados en número, los elementos de seguridad optaron por allanarse y permitirles el paso: ¡pásenle ya!, ¡tranquilos!.

Los manifestantes avanzaron hacia la puerta principal por donde habitualmente ingresan visitantes y reporteros que cubren la mañanera. Sin embargo, estaba cerrada y sin nadie que los recibiera. Ante ello, los jóvenes arremetieron contra el portón de madera, primero con las mismas vallas que resguardaban el acceso, después con piedras, tubos, escudos que les fueron arrebatados a algunos policías y hasta intentaron prenderle fuego con aerosol.

Mientras esto sucedía, otro grupo hizo pintas y aventó piedras contra ventanales.

Ante el infructuoso primer intento de entrar, algunos jovenes, con el rostro cubierto, tomaron una pickup de la Comisión Federal de Electricidad que se encontraba estacionada a unos metros. Rompieron las ventanas del vehículo y retiraron el freno de mano para, a empujones, remolcarla y estrellarla en tres ocasiones contra la puerta, hasta finalmente derribarla.

Dentro de Palacio, comenzó una acelerada movilización de personal militar para reforzar el resguardo en esa zona. Ante la reacción castrense, los jóvenes arrojaron piedras contra la Policía Militar que se encontraba dentro y que los repelió con gases. Después de varios minutos, los normalistas pidieron frenar la arremetida para que los padres y madres de los jóvenes desaparecidos pudieran entrar.

¡Queremos diálogo!, ¡queremos hablar con el Presidente!, ¡van a entrar los padres!, fueron algunos de los gritos que se escucharon entre el caos, para que en el interior los elementos dejaran de gasear.

Los padres y madres ingresaron para entregar su documento de solicitud de audiencia con el presidente López Obrador. Con las imágenes de sus hijos en las manos y entre restos de madera del portón, avanzaron a mitad del pasillo, donde se toparon con una barricada de vallas metálicas antimotines y con la Policía Militar que, de nuevo, accionó sus extintores.

Entre tanto, en el Salón Tesorería, López Obrador se enteró de la irrupción, pero no interrumpió la conferencia, aunque se escuchaban a la distancia ruidos y gritos de la confrontación que se daba en la entrada de Moneda. Ante los hechos, dentro de Palacio se registró una intensa movilización militar, las rejas del salón fueron cerradas para impedir que entraran.

–¿Está usted seguro en Palacio Nacional, Presidente? –se le preguntó en la conferencia, mientras continuaba la protesta.

–Estoy seguro en cualquier parte del país. A mí me cuida el pueblo, al Presidente lo cuida la gente y tengo mi conciencia tranquila.

Después de tres intentos fallidos, y tras una hora de protesta, los padres y las madres, visiblemente molestos, dijeron: ¡Ya vámonos, no quisieron recibirnos!

Aceptan propuesta

Tras esto, padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos consideraron que el presidente Andrés Manuel López Obrador es quien escaló el conflicto que ha impedido el diálogo para retomar las líneas de investigación fundamentales del caso.

Sin embargo, aceptaron la propuesta que lanzó el jefe del Ejecutivo desde la mañanera de reunirse en un plazo de entre 15 y 20 días con las familias y advirtieron que de no ser así regresarán después del periodo vacacional y habrá un escalamiento de la protesta.

Antes de levantar su plantón, que instalaron durante 10 días en el Zócalo de la Ciudad de México, las familias de los 43 estudiantes desaparecidos fueron atendidas por personal de la Secretaría de Gobernación, que acudió dos horas después de haberse realizado la protesta, para recibirles un documento con su solicitud de audiencia.

Los familiares de los jóvenes aprovecharon para reclamar a los funcionarios, encabezados por Claudia Galindo, quien dijo ser directora de área de la Subsecretaría de Derechos Humanos, su ausencia durante las dos semanas que estuvieron en plantón.

Mientras ella afirmó que en la Segob estamos abiertos al diálogo en el momento en el que ustedes gusten, Mario González, uno de los padres de los normalistas, reprochó: llevamos más de 10 días exigiendo esa reunión con el Presidente y no nos han recibido.

Además, demandó que el subsecretario de Derechos Humanos, Arturo Medina, sea removido de su cargo, ya que nos ha demostrado que no es una persona confiable, al haber recibido –dijo– el 11 de enero en la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa a otro grupo de padres que marchó en Iguala para pedir la liberación de José Luis Abarca, ex alcalde de ese municipio y relacionado con la desaparición de los estudiantes.

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