Columna Espacio Abierto por Manolo Victorio Valle: Escenarios
Columna Espacio Abierto por Manolo Victorio Valle: Escenarios
Veracruz, Ver. | 30 de Septiembre 2019
Redacción Crónica Veracruz
I. Fiesta.
Desde que ganaron el 1 de julio, con una diferencia aplastante, concreta, de 213 mil 311 votos, los morenistas no han parado la fiesta.
Borrachos por el poder, que los esperaba el 1 de diciembre, no hicieron la tarea, no proyectaron, no diseñaron escenarios de crisis. Pensaron ilusamente que tomarían un estado en calma, con dinero en caja y burocracia lista para sumarse al tren de la cuarta transformación.
El tiempo los alcanzó. Ahora van como aprendices, intentando apagar las bombas antes de que estalle, bajo la premisa peliculesca de cortar, al do pingüé, el cable negro o el cable rojo.
Los nuevos inquilinos del poder, aun no saben que son dueños de la pelota, que el árbitro está en su nómina y que los jugadores obedecen a sus directrices políticas, administrativas y sociales.
Son niños en recreo, sueltos por los tutores en una juguetería. Todo es tropel, alboroto, anarquía festiva; quieren jugar con todos los juguetes al mismo tiempo, se atiborran de caramelos, ignorantes que ha sonado la chicharra que los obliga a retornar a clase.
Y mientras los morenistas siguen en una fiesta que piensan infinita. La realidad les ha golpeado la puerta.
Las bombas estallaron en la primera semana.
La liberación de los ex duartistas, maquinada por la perversidad del yunismo, es la primera crisis donde la administración de Cuitláhuac García Jiménez es exhibida en toda su novatez.
La percepción de la opinión publica es que el gobernador tiene un pacto con Javier Duarte, que comprende una primera etapa, que estamos viendo con una velocidad vertiginosa.
En la política la forma es fondo. Algo tendrá que hacer Cuitláhuac García para cambiar este escenario, para darle vuelta a la tortilla.
El tiempo transcurre.
II. Aprendizaje.
La dolorosa curva de aprendizaje puede prolongarse más allá de lo previsto.
El gabinete, salvo el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, quien se ha ganado un lugar en la opinión pública, no ha llenado el ojo a los veracruzanos.
Gobernar no es tarea fácil, hacer sentir el poder a los enemigos de esta cuarta transformación, tampoco.
Es hora que el gobernador Cuitláhuac García entienda que ya es gobernador.
Y eso implica que de luz verde a su secretario de Gobierno para que empiece a demostrar, con manotazos de poder, quien manda en el estado.
Los últimos tuits de Jorge Winckler Ortíz son un reto abierto a la estructura de poder gubernamental.
El sostener que se quedará por un periodo de nueve años, aunque jurídicamente sea válido, políticamente es una burla para los morenos.
La respuesta debe ser contundente.
El aplacamiento para un fiscal engreído, retador y arrogante deberá ser preciso, conciso y macizo.
Es hora que los morenos aprendan la lección: el poder no se comparte, se ejerce.