| 24 de Abril 2025 | 19:49 hrs.

Excelsior

El Vaticano.- La muerte del Papa Francisco ha conmocionado a miles de fieles católicos alrededor del mundo, quienes se han unido en una oración por el eterno descaso del pontífice, mientras en el Vaticano continúan los funerales y se espera que el próximo sábado, líderes mundiales se reúnan para dar el último adiós a apóstol de Roma.

En tanto, el cuerpo del jerarca católico se encuentra exhibido en la Basílica de San Pedro para que los feligreses acudan a despedirse y dar sus condolencias como ha sido tradición en la Santa Sede cuando un Papa fallece.

Sin embargo, las exequias de Francisco se han visto empañadas por la indignación que están provocando algunas personas, en un acto que ha sido considerado una enorme falta de respeto para el pontífice y la Iglesia Católica.

Explotan contra dolientes católicos "irrespetuosos"

Recientemente en redes sociales cientos de internautas están denunciando y un extraño e indignante fenómeno que se ha registrado durante el funeral del Papa Francisco, y es que se ha observado que muchos dolientes que rinden sus últimos respetos se toman selfies junto a su cuerpo en su ataúd abierto, y algunos incluso publican fotos sonriendo en sus redes sociales.

Miles de personas han acudido a la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano para ver al difunto Papa, y muchos lo han utilizado como una oportunidad para sacarse una foto siniestra en lugar de un momento de reflexión sombría.

Mientras algunos parecían tristes en sus selfies, al menos una internauta publicó una foto de ella sonriendo mientras el Papa yace sin vida en un ataúd a pocos metros de distancia.

"A la gente se le pidió que guardara sus palos de selfie cuando llegaran al frente”, dijo el turista británico Martin Gilsenan al Mirror.

“También había mucha gente mirando a su alrededor y enojándose con los que usaban los teléfonos”, dijo, con imágenes que mostraban a otros apiñados tomando fotos, a pesar de que se les había dicho que no lo hicieran.

Alrededor de 50 mil acudieron a la Basílica de San Pedro desde todo el mundo para presentar sus últimos respetos al Papa, que falleció de un derrame cerebral el lunes de Pascua.

La multitud era tan grande que el Vaticano mantuvo las puertas abiertas durante la noche del miércoles.