John desplomó la ocupación hotelera
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CDMX | 15 de Octubre 2024 | 08:57 hrs.
Excelsior
ACAPULCO.— Las inundaciones se fueron, pero los daños quedaron. Entre el cúmulo de problemas que hay que resolver en este puerto está el de volver a llenar estas playas, ocupar las sillas vacías.
Acapulco pasó de tener 63% de ocupación hotelera antes de John a un raquítico 24% 15 días después.
José Luis Smithers, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, destacó que “se cayó la ocupación 50-60%, entonces, hay que retomar de nuevo (…) Ahorita son 12 mil 600 cuartos en operación en Acapulco de los 20 mil que hay. Íbamos muy bien, hay hoteles que iban a abrir este mes, van a abrir en noviembre, van a abrir en diciembre”.
Los hoteles, las playas, los servicios están restablecidos, ahora el problema es que no hay quien los consuma.
La caída del turismo se puede ver reflejada en las playas. Una de las más populares de Acapulco es la Papagayo y actualmente luce vacía.
Esto ha impactado en la economía de los lugareños, quienes muchos dependen del turismo, como Yolanda, prestadora de servicios, quien destacó que en un día normal llegaba a rentar entre 13 y 15 sombrillas y en sábado hasta unas 25 o 26, pero desde el paso de John, si bien le va, de cinco a siete.
Por su parte, Felipe Vergara, también prestador de servicios, lamentó que “ahorita no hay día bueno, todos los días son malos”.
En algunos puntos los prestadores de servicios están a la espera de que les caiga algo, matan el tiempo en la sombra, algunos juegan baraja, y es que todavía no cerraban las heridas de Otis hace ya casi un año (24 de octubre de 2023), cuando John golpeó a Acapulco.
Ramón Bustos, prestador de Servicios, lamentó el impacto que han dejado Otis y John en Acapulco, “nos ha afectado económicamente, estamos totalmente devastados”.
La vida nocturna también lucha para salir a flote y está a la espera de turistas.
Normalmente, ahorita ya estuviéramos con los dos niveles llenos; sin embargo, ahorita si hay 60 a 70 personas es mucho”, lamentó Efraín del Río, empleado de un antro en la zona dorada.